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19 de marzo de 2014

Mirelle y otra vez el Rubor...



La primera mujer en saltar la Valla





Fue doncella en una guerra perdida.

Siguió los pasos adormecidos de la noche

mirando manos hendidas de locura

y sangre rota.

El temblor de la calle puso fin a su propio desafío

y estrelló paulatinamente sus recuerdos en delirios.

En su pecho de cenizas habitaban jícaros.

Musgos y savia reventaban adoquines inertes.

Su boca contenía sombras,

no pudo traducir las voces que empalaban su vientre

por otro intento fallido de saltar la valla...