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13 de enero de 2013

PORVENIR


Por venir


El cansancio de esperar
a que llegue el descanso.

Bancos  que se quejan de su soledad.

Cabinas  que perdieron su propósito.

Pediré a los días que aflojen las horas.

Mientras,  se encanece el porvenir.  


11 comentarios:

tecla dijo...

Nada tan sugerente como ese banco que nos invita a descansar.
Ojalá que los otros bancos fueran así de solidarios y buenos cumplidores.

Huellas dijo...

Jajajaja, si no había caído al principio en lo del los "otros bancos"

Gracias por tu visita Tecla, un abrazote

Anónimo dijo...

Si fuera poeta, te escribiría poesía, pero creo que soy un poeta flojo, de los que dejan su poesía en los limpiaparabrisas de los coches, dando así emoción al dueño del coche al comprobar que no es una multa e impregnando emoción a lo que escribo de alguna manera, pero si tengo la sensibilidad suficiente para disfrutar de tus imágenes y letras.

st

Huellas dijo...

Y tú me lo preguntas??? poesía eres tú!!!

Podemos comenzar un juego, ir dejando poemas en los asientos de los autobuses, en los limpias, en el banco de la iglesia cuando las viejecitas rezan el rosario. Imagina cuantos sueños distribuídos por el mundo. Hay más poesía que eso?.

Es un placer contar con tus propuestas st, publicaré más fotos a ver que te parecen.

Besotes

Carlos Elpoetaartesano dijo...

Encaja perfectamente la imagen con el poema, bancos que se sienten solos, sin su propósito están las cabinas como cosa del pasado, todo parece ir muy rápido, el descanso cuando llega llega, esperar cansa. Cada tiempo tiene su cosa, las canas del porvenir
también tienen su lado positivo y natural, aunque a veces da un poco de miedo a la mente pensarlo, todo envejece y a la vez se renueva, lo de ayer queda absoleto para el porvenir que trae nuevas cosas, fluir con el cambio es lo que nos queda.
Un placer aquí y allí Ana.
Abrazos.

Huellas dijo...

Me gusta mucho eso que dices de que el descanso cuando llega, llega. Esperar cansa.
A veces queremos cambiar el ritmo de las cosas y eso no es posible. Y sí, fluir con el cambio es lo que nos queda aunque lo olvidemos tan a menudo.

Gracias amigo por tu visita y enriquecedor comentario

Un abrazo

Sergio dijo...

Bancos que se quejan de su soledad.

Amiga, esa fotografía me ha dejado desmadejado. Cuantas veces he cruzado por los parques y he visto esos bancos solitarios esperando una caricia de alguien.

Un gusto enorme leerte.

Serge.

Huellas dijo...

Cómo se nota que llevas cerca un felino, nos encantan las caricias verdad?, eso sí.. no de cualquiera.

Gracias Serge, me alegra mucho tu visita

Un abrazo

Tano dijo...

ANA, veo que en tu nueva publicación no hay opción de comentario. Sólo desearte que estés bien y decirte que ya te dejé un comentario en mi blog (poema "Lo que no sabes") en respuesta al que tú me dejaste allí.

Muchos besos.

Huellas dijo...

Gracias Tano, me pasaré.

Enorme abrazo

Huellas dijo...

Ah!, ya lo he activado.