Deambulan rotos los cuerpos
de ojos perdidos.
Manos que se extienden hacia las sombras.
Espasmos de pánico las rodean.
La noche se pierde en el día cuando la luz
sólo se filtra con la esperanza.
Sucumbo al amor de la caricia
que llena cada poro de mi ser
se afloja y dulcifica la sonrisa
los ojos se extienden por el universo de los sentidos más profundos.
Quiere la muerte someterte pero
aún, no es el momento.
8 comentarios:
A veces es la mente la que se pierde y el cuerpo el que sabe. Hagamos caso a los instintos y no perdamos el cordón de plata.
Noches de insomnio compartiendo sombras con la terca parca. Esta vez nuestro cuerpo salió incólume y nuestra mente mostró la aquiescencia. Fruto de esa fuerte conexión umbilical llega la paz.
Abrazos Su, gracias por tu visita
Me he quedado mirando la foto un rato largo, ensimismado por la imagen, las caras, las sonrisas, la vestimenta, la ternura que se respira etc...una remembranza que me ha llegado dentro y el poema.
Saludos!!
Ella dedicó su vida con mimo y entrega total al cuidado de sus retoños, ahora tenemos la oportunidad y el privilegio de velar sus necesidades.
Me gustan las fotos que nos hacía mi padre de pequeños, me evocan momentos felices.
Gracias por tu visita Brujo, te envío un abrazo enorme
Ana
Cuando la noche llega, el día está más cerca; cuando sentimos una ausencia es por medio de la presencia.
Así es, aunque en este plano se duelen las ausencias como eternas.
Besazos compañero
Muy profundos los sentidos donde se extiende la mirada. Un placer pasar...mis cariños.
Tu paso... querida Lu, qué especial es tu presencia!. Gracias
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